domingo, 4 de octubre de 2009



GRACIAS A LA VIDA

Gracias a la vida, que nos dio tu canto
y nos llenó de abrigo, con tu bello manto
fueron tus sonidos, magistral encanto
que feliz copiaste, de grillos y canarios
con tambora regia, con acento garbo.

Gracias a la vida, que al pasar los años
el dolor supiste, interpretar muy claro
liberando cadenas y llevando amparo
con juglar poema, con estribillo sacro
volando pura, en el tiempo y el espacio.

Gracias a la vida, que nos dio el legado
de tu mirada lerda y tu verso soñado
uniendo la Tierra, con el cálido abrazo
de tu amor sublime, de tu bello letargo
agua limpia que tu ser, nos fue regando.

Gracias a la vida, que te dio el descanso
una vez cumplido, ese rol tan solidario
desde niño disfruté, en tu voz el remanso
y pudieron tus notas, mitigar temprano
mi ferviente anhelo, mi espiritual encanto.

Gracias a la vida, por la flor del amaranto
que permanece tan lozana y que dura tanto
igual a tu tonada, que trasciende el campo
y tu alma nívea, que desentrañó el arcano
de la dicha inescrutable, del amor preclaro.

Gracias Merceditas, gracias por tu encanto.
Gracias negrita, por haber amado tanto.
Gracias bella ondina, por la magia de tu canto.

Mauricio Bernal Restrepo.
Bogotá, Colombia.
Fotografía: Autor desconocido.


DALE SEÑOR EL DESCANSO ETERNO…
Y QUE BRILLE PARA ELLA LA LUZ PERPETUA.

viernes, 2 de octubre de 2009



LA BENDITA PAZ

En este día de ansiosa paz compartida
este día en que la concordia es anhelada
una reflexión os dejo de manera sentida
pues quiero ver esta Tierra apaciguada.

De poco sirve esa contienda inmoderada
que tantas vidas erróneamente sacrifica
el hombre en su arrogancia poco claudica
sólo persiste en ver la razón exasperada.

He aquí la bandera de la paz enarbolada
clamando ver en los hombres la armonía
cantando con ellos esa fraterna melodía
uniendo su brazos en una ronda soñada.

La voluntad es égida que guarda protegida
esa calma que requiere la vida confortada
no para agredir Dios nos puso en esta vida
sí para amar Él dejó su sangre derramada.

Que callen las metrallas su bulla desalmada
que apaguen las bombas su estridente ruido
que el pertrecho en el fuego sea consumido
y que la dicha aflore una sonrisa renovada.

Las amenazantes ojivas hoy carecen de sentido
pues su detono sería el cruel final de la jornada
el átomo es un fuego que el hombre no ha sabido
manipular consciente y en una forma controlada.

Con cuánta torpeza nuestra ciencia hoy trabaja
para dejar este planeta por la ceniza consumido
no fue para esto que Dios la vida hubo concebido
basta ya o mañana el lodo será nuestra mortaja.

Sembrad hoy en vuestro corazón la tolerancia
y dejad que germine la viva simiente del perdón
cada que cultivamos la paz ofrendamos oración
y de esa flor amorosa sentiremos su fragancia.

Guardad pues en lo más recóndito de vuestro ser
esta bandera con sus tres esferas tan radiantes
pensamiento, palabra y acción están equidistantes
Padre, Hijo y Espíritu Santo actuando por doquier.


Mauricio Bernal Restrepo.
Bogotá, Colombia.
Ilustración: Bandera de la paz de Nicolás Roerich.

UNA OFRENDA EN EL DÍA MUNDIAL DE LA PAZ.