jueves, 2 de noviembre de 2006


IDILIO ESTELAR

Cosas impensadas llegan de manera advenediza
increíbles sucesos que dejan el alma petrificada
el corazón late y la sangre circula desenfrenada
y la vida ya no avanza en esa forma antojadiza.

Esta tarde caminaba plácida por el sendero natural
el aire era fresco y las hojas se movían con la brisa
las aves con su trino parecía que se morían de la risa
y el sol se filtraba por los árboles en forma especial.

Lentamente el día se escondía detrás de la montaña
y a medida que avanzo observo un paraje despejado
la oscuridad iba opacando ese ambiente tornasolado
y la noche profunda ingresaba en forma tan extraña.

Estando muy inquieta comencé a sentirme tan serena
y la luna menguada posaba en lo profundo del espacio
al momento un objeto brillante apareció muy despacio
volando en una forma libre y para nosotros tan ajena.

Yo perpleja e inmóvil observaba atenta sus destellos
mientras la nave se situaba a pocos metros del suelo
y cuando ya majestuosa terminó de realizar su vuelo
un juego de luces me saludaba con tonos muy bellos.

La nave seguía suspendida bastante cerca del gramado
proyectando por debajo de su casco una luz iridiscente
en eso diviso a un personaje que en forma sorprendente
se para en la tierra y luego se acerca a mí obsesionado.

En ningún momento sentí deseos de escapar horrorizada
su celeste influjo generó en mi cuerpo un halo de ternura
y cuando yo creía ciegamente estar perdiendo la cordura
me acercó su cuerpo en tanto que no me quitaba la mirada.

Yo siempre tenía la certeza de estar haciendo lo correcto
pues algo me sugería que este ser no albergaba la maldad
porque su aliento era una fragancia impregnada de bondad
y su cuerpo una escultura bella muy cercana a lo perfecto.

Después de aproximar su cuerpo al mío con presteza
levantó la palma de su mano a la altura de mi hombro
en tanto que yo no podía todavía salirme del asombro
levante la mía para juntarla a la suya con delicadeza.

En ese momento yo siento que me ocurre algo muy genial
cuando capto un calor agradable al contacto con su mano
este hombre es un alienígena pero me parece tan cercano
sin mediar palabras todo me lo dice con su glándula pineal.

Ahora no me importa si esto es un sueño o mera fantasía
todos mis anhelos de amor ahora los siento tan colmados
mi hermoso cosmonauta y yo nos vemos muy enamorados
en este romance insólito se escucha una celestial melodía.

Si bien esto parece un buen cuento de príncipes y doncellas
en verdad toda la noche la caricia nos brindamos generosos
juntos nos sentimos pletóricos cuando copulamos amorosos
ahora podré tener un bello hijo proveniente de las estrellas.


Mauricio Bernal Restrepo.
(Versos diversos)®
Bogotá, Colombia.

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