viernes, 31 de julio de 2009



OCASO

Cuando el sol en el poniente se oculta silencioso
y por el mullido bosque mis recuerdos yo repaso
la luz que por los árboles me anuncia ya el ocaso
me invita a caminar muy reflexivo y cadencioso.

Percibir el aroma del follaje es algo majestuoso
y escuchar el trino de las aves un rito venerable
la fiel naturaleza siempre nos acoge tan amable
en la soledad el paisaje se muestra tan hermoso.

En la vida ser contemplativo es algo muy honroso
porque en todas las cosas rescatamos su esencia
cuando se busca la verdad con toda la paciencia
el mundo se nos presenta muy bonito y generoso.

En la mañana el vigor nos hace iniciar el nuevo día
y llenos de esperanza extendemos nuestro abrazo
pero al llegar la tarde el sol languidece con su paso
para abrir la fría noche con esa taciturna melodía.

Los tornasolados arreboles me remontan al pasado
trayéndome recuerdos de una infancia maravillosa
en esos días la existencia era tan grata y generosa
la astucia siempre era un asomo ingenuo de pecado.

Pero hoy que la vida en su lid tanto me ha cambiado
mi curtido cuerpo ya no avanza tan ágil y presuroso
ahora es mi corazón quien intenta sentirse decoroso
cultivando afanoso ese amor que Dios me ha legado.


Mauricio Bernal Restrepo.
Bogotá, Colombia.
Fotografía: Autor desconocido.

sábado, 25 de julio de 2009



ADMONICIÓN

De una cosa debemos nosotros ser concientes
si una vida sensata y apacible queremos llevar
para nada conviene del funesto pasado renegar
pues eso sólo nos tornará tristes e impacientes
todo lo que realicemos en este tiempo presente
seguramente nuestro futuro podrá determinar
de qué sirve en todo momento recordar y llorar
alimentando la nostalgia de los años precedentes
si las cosas que fueron no se pueden modificar
más conviene ser estoicos, serenos y pacientes
debemos tratar el tiempo de un modo inteligente
pues aquí no hemos venido para sufrir y lamentar
concebidos hemos sido para cultivar el bienestar
prodigándonos un trato respetuoso e indulgente
este mundo tiene sentido por gracia de su gente
porque la Tierra sola nunca se podrá desarrollar
y por eso Dios en un trabajo bien benevolente
quiso que el hombre este mundo pudiera habitar
quiso dotar a la criatura con un cerebro maduro
para que cada día forjara con denuedo su futuro
y así con el tiempo felizmente se pudiera liberar
hay una promesa sacra en la que debemos confiar
y una vez abandonemos este cuerpo tan doliente
si bien hemos actuado Él nos acogerá sonriente
en ese paraíso destinado para el hombre espiritual
en ese remanso dotado con ambiente puro y celestial
al que podremos ingresar de una manera reverente
y por eso conviene orar con mansedumbre penitente
para que a la hora de la muerte podamos resucitar
creo que siempre he sido un hombre poco diligente
pero también confío en que Dios me puede perdonar
justamente era eso lo que yo les quería comentar
ahora que mi humilde vida se torna tan creyente.


Mauricio Bernal Restrepo.
Bogotá, Colombia.

Fotografía: Autor desconocido.

lunes, 13 de julio de 2009


AROMA DE MUJER

Ciertamente es muy bella
bella es la mujer cuando exhibiendo su nobleza
derrocha sus encantos con esa vital naturaleza
y con ese porte de doncella.

Sin duda es muy tierna
tierna es la mujer que en uso de su cándida mirada
el alma limpia tal como lo hace el rocío en alborada
bondadosa y fraterna.

De seguro es pasional
pasional es la mujer cuando usa su cálido embeleso
para ofrendar muy emocionada el elíxir de su beso
con su rito tan sensual.

Pero también es fuerte
fuerte es la mujer cuando en su vientre adolorida
permite valerosa con su parto el milagro de la vida
sin miedo por la muerte.

Así es la maravillosa mujer
la mujer con la que Dios quiso adornar esta vida
la mujer que su amor brinda en forma bendecida
la mujer que nutre mi querer.


Mauricio Bernal Restrepo.
Bogotá, Colombia.
Fotografía: Autor no conocido.

NOCHE DE LUNA

Cuando asome la luna
por encima de la frondosa cordillera
yo dejaré la citadina madriguera
para buscar la paz montuna
y allí mi soberbia será ninguna
y mi humildad será verdadera
eso se lo apuesto a cualquiera
porque la luna es mi fortuna
y la noche es mi quimera.

Cuando asome la luna
y mi corazón aumente sus latidos
escucharé de mi alma los gemidos
y construiré en el cielo una cuna
a las estrellas indagaré una por una
si por allí han visto a mi amada
si han visto a mi prenda enamorada
volando taciturna
soñando apaciguada.

Cuando asome la luna
blanca y recatada.


Mauricio Bernal Restrepo.
Bogotá, Colombia.
Ilustración: Marshall White.