domingo, 17 de febrero de 2008


EL OBSERVADOR

Qué cosas bien raras veo en este lejano planeta
según mis planos, es el tercero del sistema solar
la Tierra se llama y tiene una vida muy particular
pero no parece haber allí una dicha muy completa.

Observo mucha gente tan correcta y tan honrada
que atiende siempre los dictados de su conciencia
gente que obra recto y con esmerada inteligencia
gente que a decir verdad me parece tan depurada.

Pero también miro algunos seres muy irracionales
que parecen no tener ningún arraigo por su tierra
seres que torpes parecen divertirse con la guerra
intentando proyectar sus armas no convencionales.

Su débil conocimiento todavía parece tan incipiente
ellos gastan el tiempo en cosas pueriles y banales
con su demencia deterioran hoy el medio ambiente
tratando con gran irrespeto sus recursos naturales.

Apenas han podido palpar los misterios de la ciencia
y ya se ocupan en fabricar letales ojivas nucleares
ellos ignoran que el espacio tiene culturas tutelares
que todo lo regentan con gran sabiduría y eficiencia.

Algunos hombres cursan su vida con sumo derroche
con deleite sonríen y brindan en opíparos banquetes
sus aromas huelen mientras izan sus pálidos billetes
y luego con lujuria sus cuerpos funden en la noche.

Y del otro lado sus hermanos que en la penuria lloran
indigentes cuerpos que sólo con hambre se alimentan
la pobreza y la injusticia son legados que atormentan
hombres desposeídos que palidecen en tanto imploran.

Tercos son aquellos que ignoran el valor de la equidad
porque toda raza logra su paz en la causa compartida
justo es ante Dios el que brinda su techo y su comida
y a la hora del juicio salvado será por toda su bondad.


Mauricio Bernal Restrepo.
Bogotá, Colombia.

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