VIDA MILAGROSA

Con mucha frecuencia a nosotros se nos olvida
el enorme privilegio que comporta la existencia
cerrando los ojos damos un aval a la conciencia
para que pronto ella mire el encanto de la vida.

Es el amor quien germina la semilla enternecida
para que aflore luego del sacro vientre materno
este regalo es un don que proviene de lo eterno
por esa gracia que siempre recibimos bendecida.

Así obra el amor cuando se funda en lo fraterno
y en esa dicha que se brinda siempre compartida
cuando dos seres se ofrendan un idilio sin medida
surge de su entrega un milagro real y sempiterno.

Es el romance un letargo alimentado con dulzura
con caricias generosas y una entrega sin apremio
la honrada lealtad trae una criatura como premio
una bella presea que cándida suspira con ternura.

Por eso el humano que contra la vida no conspira
debe ser responsable en el acto de la procreación
para que reciba su hijo con profunda satisfacción
en tanto la felicidad por su grato corazón respira.


Mauricio Bernal Restrepo.
Bogotá, Colombia.

Ilustración: Autor desconocido.