viernes, 2 de octubre de 2009



LA BENDITA PAZ

En este día de ansiosa paz compartida
este día en que la concordia es anhelada
una reflexión os dejo de manera sentida
pues quiero ver esta Tierra apaciguada.

De poco sirve esa contienda inmoderada
que tantas vidas erróneamente sacrifica
el hombre en su arrogancia poco claudica
sólo persiste en ver la razón exasperada.

He aquí la bandera de la paz enarbolada
clamando ver en los hombres la armonía
cantando con ellos esa fraterna melodía
uniendo su brazos en una ronda soñada.

La voluntad es égida que guarda protegida
esa calma que requiere la vida confortada
no para agredir Dios nos puso en esta vida
sí para amar Él dejó su sangre derramada.

Que callen las metrallas su bulla desalmada
que apaguen las bombas su estridente ruido
que el pertrecho en el fuego sea consumido
y que la dicha aflore una sonrisa renovada.

Las amenazantes ojivas hoy carecen de sentido
pues su detono sería el cruel final de la jornada
el átomo es un fuego que el hombre no ha sabido
manipular consciente y en una forma controlada.

Con cuánta torpeza nuestra ciencia hoy trabaja
para dejar este planeta por la ceniza consumido
no fue para esto que Dios la vida hubo concebido
basta ya o mañana el lodo será nuestra mortaja.

Sembrad hoy en vuestro corazón la tolerancia
y dejad que germine la viva simiente del perdón
cada que cultivamos la paz ofrendamos oración
y de esa flor amorosa sentiremos su fragancia.

Guardad pues en lo más recóndito de vuestro ser
esta bandera con sus tres esferas tan radiantes
pensamiento, palabra y acción están equidistantes
Padre, Hijo y Espíritu Santo actuando por doquier.


Mauricio Bernal Restrepo.
Bogotá, Colombia.
Ilustración: Bandera de la paz de Nicolás Roerich.

UNA OFRENDA EN EL DÍA MUNDIAL DE LA PAZ.



4 comentarios:

  1. Si en todo el mundo, cada uno de los seres humanos enarbolase una bandera por la paz, nos pareceria increible sabernos capaces de hacer algo asi. Se que es una utopia, pero, todos y cada uno de nosotros lo intentamos desde lo mas hondo del alma. Si lo mismo hicieran aquellos que se llenan los bolsillos con la muerte y las guerras, con aquellos que nutren su sangre con la ajena, seria todo tan diferente Mauricio, pero tanto...

    Entonces si podriamos decir que este bello y hermoso mundo es algo que merecemos como humanos, sin embargo, a veces pienso que el dia que la fuerza de la naturaleza se harte de todos nuestros actos no tendra mas que mover su fuerza y no nos dara tiempo ni a decir Ay!

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  2. La naturaleza nunca dejará de ser sabia porque desde su inicio Dios le imprimió ese fuego restaurador. Pienso que la vida fue concebida para trascender en el tiempo y no para sucumbir ante la amenaza de quienes sólo se ocupan en pregonar la muerte y la desolación. Desde luego que nuestro mundo como entidad planetaria también tiene su karma y seguramente esa deuda tendrán que pagarla quienes nunca profesaron el respeto por la vida de sus semejantes, ni por la custodia y presevación de este entorno natural tan hermoso con el que hemos sido privilegiados. Promover la paz es una necesidad y un deber de todo ser humano y por eso, a la hora de la verdad, cada uno tendrá que dar cuenta de lo suyo al Artífice de todo lo creado.

    Un abrazo muy cariñoso,

    Mauricio.

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  3. A veces cuando veo los desastres que los mismos humanos hacemos contra la naturaleza, la tala incontrolada de arboles, la contaminacion con la cual vamos dejandonos a nosotros mismos un rastro irrespirable en el aire... Me da pena, si, me da pena de pertenecer a esta raza que por lo visto parece que disfrute mas destruyendo que creando. Con lo hermoso que es nuestro planeta, con la vida que hay en esta tierra... Cuanto mas lo pienso, mas molesta me siento. Y por eso, veo con suma impotencia que somos muchos quienes deseamos promover esa paz, esa paralizacion de todo aquello que cada vez destruye mas y contamina a diario, cuando veo esto, me siento mal.


    Que tengas una feliz semana, hacia dias que no te veia por tu bella isla.

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  4. Yo también soy víctima con frecuencia mi querida Fugacita, de ese sentimiento de frustración, cuando veo la forma tan indolente con la que muchas personas degradan nuestro entorno ambiental... creo que necesitamos un trabajo muy tesonero, para inculcarle a las nuevas generaciones el amor y el respeto por la naturaleza y por su semejantes, para que algún día esos dos componentes de traduzcan en una grata y pacícifica convivencia.

    Un abrazo muy fraterno,

    Mauricio.

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